Jonutecos agradecen al gobernador Javier May, sus mojarras de Pescando Vida ya alcanzaron un peso de 450 a 500 gramos
Los primeros alevines se entregaron a finales de abril. Y una segunda manjúa se entregó a mediados de julio
07 septiembre 2025 • 10:30 pm


Jonuta, Tabasco.- Hombres y mujeres jonutecos recibieron al Gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, quien después de atender en audiencia pública al último habitante del poblado Los Pájaros se encaminó por una vereda hasta descender a la vega, donde ya estaban unos cayucos listos para zarpar.

Las pescadoras y pescadores de agua dulce, beneficiaros del programa Pescando Vida querían mostrarle sus cultivos de mojarra, colocados en jaulas de 3 por 3, sumergidas en el brazo que forma en este lugar el gran río Usumacinta.
Por primera vez en décadas, el río Chico brilla por su limpieza a largo del poblado. Y es verdad, en las cortas laderas del cauce no hay desechos y las jaulas de los cultivos parecen flotar sobre la superficie como balsas descansando a la sombra de los sauces, tintos y bitzes.
El técnico asegura que ese mismo ánimo se sienten los otros productores que viven en Playa Chiquita I y II, los Giles, Cocoyolar y Trinidad y Catalina.
Los primeros alevines se entregaron a finales de abril. Y una segunda manjúa se entregó a mediados de julio. El subsecretario de Pesca, Pesca y Acuicultura, Guillermo Priego León señalaría después en una jaula más grande de 6 por 6, que se usará ahora para el periodo de engorda.

Cuando levantaron la malla para que el Gobernador alimentara los cultivos, una robusta carpa saltó, dando piruetas en el aire. Fue evidente para locales y visitantes que los pececillos sí comen bien.
Mientras las lanchas se desplazaron sobre el agua plateada, otro beneficiario de nombre Silvestre Gil Díaz recuerda que estaba muy duro antes de Pescando Vida:
“No había donde ganar, si salías te tenías que ir lejos y por meses para ganar bien. Ahora gracias a Dios y a este hombre, trabajamos todos los días. Tenemos la dicha de decir que cada mes recibimos un dinerito. Yo soy de los Giles, y tengo un hijo que se fue a a trabajar a Mérida. Le digo que venga ayudarme porque ya hay sencillito y me dice: Vamos a ver papá. Al Gobernador le doy un cien de calificación”, afirmó.
Al volver a tierra los cayucos, los pescadores y pescadoras le informan al mandatario que hay una persona en la comunidad que está interesada en poner una piscifactoría. May Rodríguez pone interés en el informe y agrega que hasta restaurantes se podrían abrir con la gran producción de pescado que habrá.
Fuente: Redacción