Frontera, Tabasco.- El Gobernador Javier May Rodríguez instaló en Centla el Consejo Estatal de Pesca y Acuacultura, en un hecho sin precedente que permitirá aprovechar la experiencia y conocimientos de los sectores público, social y privado para, entre otras acciones, detonar el potencial de Tabasco y consolidar al programa Pescando Vida como un instrumento que ayude a sacar del abandono a las y los productores, avanzar hacia la seguridad alimentaria, y fomentar una comercialización justa.
En mejora del pueblo tabasqueño
En un día histórico para el sector pesquero, el mandatario también firmó con el comisionado Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), Alejandro Flores Nava, y el director del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentable (IMIPAS), Víctor Vidal Martínez, un convenio de coordinación, el cual ayudará a un mejor ordenamiento de la actividad, y sumará esfuerzos a favor de la ostricultura y la producción de tilapia, a través del Centro Acuícola que el organismo tiene en Paraíso.
Javier May enfatizó que el Gobierno del Pueblo tiene claro de que “si queremos resultados diferentes, no podemos seguir actuando de la misma manera”, por lo que se puso en marcha Pescando Vida para fomentar la industria acuícola de manera integral, no solo dotándola de insumos para la producción, sino también con capacitación y acompañamiento técnico para los productores, de modo que “no estarán solos en ningún momento”.
“El propósito es que los beneficiarios no se queden en el camino, sino que lleguen a buen término con sus cultivos”, enfatizó, y subrayó que el programa tendrá 10 mil beneficiarios a lo largo de cuatro años, a razón de 2 mil 500 por año, logrando alcanzar, al final de este lapso, una producción de 20 mil toneladas de mojarra, lo que ayudará a garantizar la alimentación de la gente y el consumo interno, e incluso pasar de ser importadores a exportadores.
Subrayó que, como parte de las acciones dirigidas a aprovechar el potencial acuícola del estado, está en proceso la rehabilitación de la Piscifactoría “José Narciso Rovirosa”, en Teapa, abandonada por muchos años.