Bochil, Chiapas, 22 de julio de 2025. — A una década de la muerte materna de Marisol Martiríz Guzmán, víctima de negligencia médica en el Hospital Rural del IMSS en Bochil, Chiapas, el Instituto Mexicano del Seguro Social ofreció una disculpa pública como parte de las medidas de reparación recomendadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Sin embargo, la familia rechazó el acto al considerarlo insuficiente y desconectado de la realidad que aún enfrenta la comunidad.
El acto protocolario se llevó a cabo el pasado 19 de julio, fecha en que se cumplieron diez años del fallecimiento de Marisol. Aunque se esperaba la presencia del director del IMSS, Zoé Robledo, éste no asistió. En su lugar, personal del Instituto expresó disculpas públicas dirigidas a Miceli Gómez, esposo de la víctima, y a su hija Katerin, consideradas víctimas secundarias por la CNDH.
Miceli Gómez tomó la palabra para expresar su inconformidad:
“¿Aceptan la disculpa? No, no la acepto. La escucho, sí, pero no la acepto ni mucho menos como cierre, porque mi esposa no va a volver, porque mi hija no llegó a vivir, porque no basta con pedir perdón cuando no se han cambiado las causas que la mataron”.
Gómez criticó que, a pesar de la disculpa institucional, el hospital de Bochil continúa sin condiciones adecuadas para atender emergencias médicas.
“Siguen faltando médicos, no funcionan los protocolos, y las mujeres siguen siendo enviadas a casa o a otros hospitales porque no hay equipo, ni medicamentos. Eso no lo digo sólo yo, también lo dice el pueblo”, denunció.
Los hechos que marcaron la tragedia
La noche del 19 de julio de 2015, Marisol, de 30 años y embarazada, acudió al hospital del IMSS en Bochil con síntomas de vómito y náuseas. Aunque no presentaba dolores de parto, los médicos detectaron que su hija neonata había muerto en el vientre. La situación requería una cesárea urgente, que fue realizada por médicos residentes, ya que no había un especialista disponible.
Posteriormente, al agravarse su estado de salud, se decidió trasladarla a otro hospital, pero la ambulancia tardó en llegar y Marisol murió en el camino.
La familia presentó una queja ante la CNDH, registrada con el número 4/2017/8823/Q, que concluyó en una recomendación de 11 puntos para el IMSS, entre ellos: mejoras en infraestructura, equipamiento, personal médico y una disculpa pública.
Disculpa sin justicia
Aunque la legislación obliga a que estos actos simbólicos se realicen con base en los deseos de las víctimas, la familia de Marisol solicitó que la disculpa se llevara a cabo en el parque del barrio donde vivía la joven, para que la comunidad pudiera acompañar el momento. Esta petición fue ignorada.
“Queríamos que el pueblo estuviera presente, que se reconociera públicamente lo que pasó, porque esta no fue sólo una tragedia personal, fue un crimen de omisión del Estado”, expresó el esposo de Marisol.
Exigen garantías de no repetición
Para Miceli Gómez y su hija, la verdadera disculpa llegará cuando se garantice que ninguna otra mujer muera por falta de atención médica. “Mientras no se cumplan las recomendaciones y no se transformen las condiciones del hospital, esta disculpa no tiene sentido”, afirmó.
El caso de Marisol Martiríz Guzmán continúa siendo un símbolo de la lucha contra la violencia obstétrica y la negligencia médica en México, especialmente en regiones rurales e indígenas.