Kingston, Jamaica.– El huracán Melissa azotó el martes el suroeste de Jamaica como un huracán categoría 5, dejando a su paso graves inundaciones, deslizamientos de tierra y daños masivos a la infraestructura, lo que llevó al gobierno a declarar zona de desastre nacional.
Con vientos sostenidos de 185 millas por hora, el fenómeno tocó tierra cerca de New Hope, convirtiéndose en uno de los huracanes más poderosos del Atlántico desde que se tienen registros. Según reportes de las autoridades locales, se registraron caídas de árboles, derrumbes de carreteras y cortes de energía eléctrica en gran parte de la isla.
El primer ministro Andrew Holness advirtió que la magnitud del impacto fue devastadora:
“No hay infraestructura en la región que pueda soportar una tormenta de categoría 5. La pregunta ahora es la velocidad de la recuperación. Ese es el desafío”, declaró el mandatario.
Récord histórico
De acuerdo con un análisis de la agencia AFP, el huracán Melissa igualó el récord del huracán del Día del Trabajo de 1935, considerado el más intenso en tocar tierra en el Caribe. Según datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, ambos fenómenos alcanzaron vientos de 185 millas por hora y una presión de 892 milibares.
Tras impactar Jamaica, Melissa fue degradada a categoría 3 mientras se desplazaba hacia Cuba, aunque las autoridades cubanas ya han emitido alertas preventivas por los fuertes vientos y lluvias que se esperan en el occidente de la isla.
“Los techos volaban”
En la comunidad de Black River, al menos tres familias quedaron atrapadas por las inundaciones, informó Desmond McKenzie, vicepresidente del Consejo de Gestión de Riesgos de Desastres de Jamaica, quien señaló que las cuadrillas de rescate no habían podido acceder al área debido a las peligrosas condiciones.
“Los techos volaban. Esperamos y rezamos para que la situación se calme y podamos tratar de llegar a esas personas”, dijo el funcionario.
McKenzie agregó que la jurisdicción de St. Elizabeth, en el sureste del país, se encuentra “bajo el agua”, y advirtió que será necesario tiempo para evaluar el alcance total de los daños, dado que el huracán —el más fuerte en los 174 años de registros meteorológicos del país— aún afectaba la región durante las primeras horas del miércoles.