Ciudad de México.- Dicen por ahí que el amor de madre es incondicional y no se oculta, esto se materializa en la relación que hay entre Lucero y su hija Lucerito Mijares, quienes han compartido ese sentimiento durante su participación en el programa Juego de voces.
Más allá de lo que proyectan en pantalla, ambas han compartido y ratificado ese amor y admiración mutuos. Lucero recuerda una anécdota muy especial para ella, que incluso Lucerito no conocía.
“Yo sufría un poco cuando ella tenía cinco meses, más o menos, que empecé a hacer la telenovela Alborada. Era muy difícil, porque yo no quería que se me fuera la leche, le seguía dando pecho, pero con el estrés y las prisas por los tiempos del trabajo era muy difícil —recuerda Lucero—. Al comienzo de la novela, la llevé conmigo, estuvimos hospedadas en una hacienda muy antigua por el estado de Hidalgo, y era tremendo porque el agua de la regadera salía muy amarilla; y luego al atardecer, corrían un montón de ratas por la pared de la hacienda, y yo con mi bebé en esos lugares era muy difícil”.
Los contrastes de la vida se han dado en múltiples ocasiones en su historia juntas, uno de los momentos que le ha dado mayor felicidad es en los viajes que han realizado, especialmente a Nueva York a ver teatro musical.
“El recuerdo más bonito que tengo de nosotras es que pudimos irnos a muchos viajes, también con su hermano, a lugares de playa; no solamente en México, sino fuera del país, y hemos podido compartir momentos muy lindos.
“Y los viajes en los que hemos podido ver teatro musical en Nueva York han sido padrísimos, porque tienen algo muy particular; hacer juntas algo que a mi Lucerito le gusta tanto. Disfrutar de las obras musicales, estar juntas solas es súper bonito, porque convivimos muchísimo, platicamos y compartimos muchas ideas”.
Al compartir las emociones que se producen con la relación que lleva con su hija, Lucero comparte que ella y Lucerito tienen una gran comunicación, y siempre se cuentan todo, incluso hay palabras y frases que repite constantemente.
“Yo a Lucerito le he dicho todo. Tal vez nunca me cansaré de decirle que la amo, que la adoro, que es mi niña admirada y que me hace sentir tan orgullosa, pero se lo digo muchísimo”.
Y hace alusión al momento en el programa de Juego de voces que le cantó “El viaje”.
“Dice cosas que yo no escribí, pero que representan mucho lo que siento; los miedos que tenemos todas las mamás, no solo cuando nuestros bebés van a nacer, de que nazcan sanos, completos, sino cuando te comprometes a ser la mejor mamá del mundo y no sabes qué problemas, obstáculos o situaciones vas a tener que aprender a vencer y a llevar para salir adelante —comenta conmovida Lucero—. Así que ya todo se lo he dicho y no me cansaré de decirle lo importante que ella es para mí y lo mucho que la amo, que es mi tesoro y que me hace la mujer más feliz del mundo”.