Contemplar arte puede tener efectos de bienestar emocional

• Un nuevo estudio sugiere que contemplar arte, sin necesidad de crearlo, puede tener efectos reales sobre nuestro bienestar emocional, identidad personal e incluso sobre cómo nos conectamos con los demás.

Investigadores de universidades europeas revisaron 38 estudios con más de 6.800 personas, y encontraron algo sorprendente: simplemente detenerse a mirar una obra de arte puede reducir el estrés, promover la introspección y activar emociones que fortalecen la resiliencia y el sentido de propósito.

Este tipo de bienestar más profundo se conoce como eudaimonía y está relacionado con la construcción de identidad, la búsqueda de sentido y el crecimiento personal. Mirar arte no solo genera placer momentáneo, también puede ser un espejo para pensarnos y transformarnos.

Importa el contexto (museo, hospital, pantalla), la obra (figurativa, abstracta) y cómo se presenta. Incluso las emociones incómodas pueden cumplir un rol terapéutico si se permiten en un entorno seguro.

El arte puede ayudarnos a regular emociones, estimular la mente, generar conexión social, fortalecer la identidad y fomentar la resiliencia.

Frente a un mundo que exige productividad constante, detenerse a contemplar una obra puede ser una forma silenciosa de volver a uno mismo.

Fuente: Agencias