Un viaje con alma: descubre el encanto del pueblo del barro y las leyendas
Pasea entre casas con techos de teja, asómate a talleres de barro donde crean los árboles de la vida y tómate una foto en la fuente de la Tlanchana.
08 septiembre 2025 • 08:00 pm


Metepec, Estado de México. – En lo alto, la Iglesia del Calvario vigila con serenidad, rodeada de palmeras y magueyes. Abajo, calles empedradas serpentean entre casas de colores y techos de teja, mientras en la plaza principal, la mítica Tlanchana una figura entre mujer y sirena de la tradición mexiquense da la bienvenida a quienes buscan cultura, tradición y belleza artesanal.
Este pintoresco pueblo, ubicado en el corazón del Estado de México, es un verdadero refugio para los amantes del arte popular, la historia y la tranquilidad.
El arte del barro que trasciende fronteras
Uno de los grandes tesoros del pueblo es su rica tradición alfarera. Los Árboles de la Vida, piezas monumentales y meticulosamente detalladas, han sido reconocidos internacionalmente como verdaderas obras de arte en barro.

No puedes dejar de visitar el Museo del Barro, donde se exhiben piezas ganadoras de concursos nacionales e internacionales. La colección de miniaturas es simplemente fascinante.
En el Mercado Artesanal, encontrarás una colorida variedad de catrinas, soles, lunas, sirenas, cazuelas y macetas, ideales para llevarte un pedazo del alma del pueblo a casa.
Qué hacer y qué no te puedes perder
- Admirar la Tlanchana en la plaza central, una figura mítica que representa la fusión de lo prehispánico con lo colonial.
- Explorar el mural en los jardines del Calvario, una obra que narra la historia y leyendas del lugar.
- Rentar una bicicleta en la Plaza de los Magueyes y recorrer el pueblo a tu ritmo, disfrutando de cada rincón y cada fachada pintoresca.
- Comprar directamente a los artesanos en los corredores artesanales, donde cada pieza tiene una historia.
- Probar la garañona, una bebida tradicional local, en el emblemático Bar 2 de Abril, toda una experiencia para el paladar y la memoria.

Este lugar no es solo una visita: es una conexión con las raíces, con los colores de México y con las manos que moldean la tierra para contar historias. Ya sea por su arte, su ambiente o su legado, este pueblo merece ser vivido, admirado… y recordado.
Fuente: Agencias