Isla Uaymil: El legado maya oculto frente a las costas de Campeche
Actualmente, la isla forma parte del Área de Protección de Flora y Fauna Uaymil, que abarca más de 89,000 hectáreas de ecosistemas diversos
25 julio 2025 • 12:00 pm


Campeche, México — A tan solo 2.5 kilómetros de la costa campechana, frente al Golfo de México, se encuentra Isla Uaymil, una joya arqueológica poco conocida que resguarda los vestigios de una antigua ciudad maya que funcionó como puerto comercial durante el periodo Clásico Tardío y Terminal.
Descubierta en 1955 por los arqueólogos Edwin Shook y Tatiana Proskouriakoff, Isla Uaymil ha revelado al menos 15 estructuras, de las cuales ocho están distribuidas alrededor de una plaza central con un altar ceremonial. Entre los restos, aún se aprecian fragmentos de glifos y representaciones talladas en piedra, testigos mudos de una historia aún por descifrar.

El estilo arquitectónico encontrado en la isla muestra una fuerte influencia Puuc, característica de centros como Uxmal, aunque también se observan similitudes con Chichén Itzá, lo que sugiere posibles vínculos comerciales o políticos entre estas grandes urbes mayas y este pequeño enclave costero.
Contrario a lo que muchos podrían suponer, Isla Uaymil no debe confundirse con el antiguo cacicazgo homónimo ubicado en Quintana Roo, pese a compartir el mismo nombre. En su momento, esta isla tuvo un rol estratégico como punto de conexión marítima dentro de la vasta red de comercio maya.
Actualmente, la isla forma parte del Área de Protección de Flora y Fauna Uaymil, que abarca más de 89,000 hectáreas de ecosistemas diversos como manglares, arrecifes, cenotes y selvas tropicales. Es hábitat de especies emblemáticas como el jaguar, el manatí, el tapir y aves migratorias como el flamenco rosa.

Debido a su importancia ecológica y fragilidad ambiental, Isla Uaymil no está abierta al turismo regular y carece de infraestructura para visitantes, lo que la convierte en un sitio de interés exclusivo para científicos, investigadores y conservacionistas.
Este santuario arqueológico y natural permanece casi intacto, ofreciendo una ventana única al pasado de la civilización maya y al invaluable patrimonio ecológico del sureste mexicano.
Fuente: Redacción