Valle de Bravo: un encuentro con los cuatro elementos en el corazón de México

Estado de México.- Valle de Bravo es un destino que parece diseñado para reconectar a sus visitantes con los elementos naturales más esenciales. Su lago, protagonista indiscutible, domina el paisaje por su inmensidad y belleza; el aire impulsa aventuras como el parapente y el ala delta; la tierra ofrece montañas y vegetación que maravillan, y el fuego acompaña noches cálidas frente a chimeneas, fogatas y temazcales.

Este equilibrio hace del lugar uno de los paraísos turísticos más reconocidos del país, un sitio donde la naturaleza invita a contemplar, explorar y renacer.

El lago: centro de vida y punto de partida para volar

La experiencia imprescindible de Valle de Bravo es volar en parapente sobre su espectacular lago, admirándolo desde las alturas.

Aunque hoy es un ícono turístico, en realidad se trata de una presa construida entre 1938 y 1947, con una extensión de 21 km², integrada al Sistema Hidroeléctrico “Miguel Alemán”.

Alrededor del cuerpo de agua se encuentran numerosos clubes náuticos y embarcaderos, donde es posible rentar veleros, lanchas, kayaks, paddleboards y más.

El Cerro de la Cruz es el punto clave para despegar en parapente o ala delta, una experiencia que atrae a deportistas y aficionados de todo el mundo.

Actividades esenciales para disfrutar Valle de Bravo

Además del vuelo, Valle de Bravo ofrece múltiples experiencias que combinan descanso, bienestar y aventura:

• Retiros de yoga en centros especializados y hoteles con spa.
• Kayak sobre las tranquilas aguas del lago.
• Golf o paseos a caballo en la cercana zona de Avándaro.

Entre montañas, bosque y un lago que parece hablar con el viento, Valle de Bravo continúa consolidándose como uno de los destinos más mágicos y revitalizantes de México.

Fuente: Agencias